Riesgos laborales durante el embarazo

Riesgos laborales durante el embarazo

Riesgos laborales durante el embarazo

En materia de prevención de riesgos laborales, el punto de partida es que las tareas que realicen los trabajadores/as deben hacerse de manera segura y saludable para evitar riesgos laborales durante el embarazo, y que esta condición se debe cumplir para todos en general.

 

La situación de gestación es una situación particular en la que puede ocurrir que algunos factores existentes en su puesto de trabajo hagan peligrar la evolución natural de la gestación o la salud de la madre.

 

El riesgo laboral durante el embarazo, es una prestación que se concede cuando los agentes, condiciones o procedimientos del puesto de trabajo pueden influir negativamente en la salud de la madre gestante y el feto, no siendo posible por parte de la empresa adaptar el puesto, ni reubicar a la gestante en otro puesto sin riesgo.

 

La ley, tanto europea como en nuestro país, trata el tema de las mujeres embarazadas y la prevención en posibles riesgos que se puedan derivar de su desempeño laboral. Así pues, la maternidad está contemplada como uno de los factores más importantes a la hora de promover la seguridad en los trabajos, tanto para la madre como para el feto. Además, desde hace algún tiempo el periodo de lactancia también se incluye dentro de esta categoría especial.

 

Factores de riesgo

 

Los factores que hay que tener presentes en la prevención de los riesgos laborales del embarazon, se pueden agrupar en:

 

En primer lugar, están los factores químicos. Determinados agentes químicos pueden llegar a resultar perjudiciales para la salud de los seres humanos.

Por otro lado, nos encontramos también con los factores de origen biológico. Englobarían todos los relacionados con virus, como es el caso del VIH, del herpes simple o del papiloma humano, etc.

El tercero de los factores que queremos comentar engloba un gran grupo de factores físicos, como pueden ser el ruido, las radiaciones, los cambios de temperatura, etcétera.

 

La carga física es otro de los factores a considerar. Cuando hablamos de carga física, nos referimos a todo esfuerzo que suponga la realización de una actividad considerada cómo alto esfuerzo físico. Sería el caso de caminar continuamente durante largos periodos de tiempo, también el caso contrario como es el sedentarismo. A todo esto tendríamos que sumar también posturas incómodas o forzadas, así como el movimiento de cargas que superen más los 10 kg, pues además de producir daños físicos en el feto, puede llegar a adelantar el parto, con los riesgos que eso conlleva.

 

Para terminar, y no por ello menos importante, hay que hacer alusión al que probablemente casi nadie considera y, sin embargo, es uno de los más relevantes. Estamos hablando del factor psicosocial. Concretamente nos referimos a turnos de trabajo que no sean los habituales, que supongan cambios en las diferentes semanas, que puedan implicar una alteración de las hormonas, y el estrés en general.

 

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